El Tototo: La posición sexual pérdida
El Duque de Lorville señala en sus memorias póstumas: "He conocido el amor de las mujeres más ardientes, me he deleitado en los ensueños de la pasión, he probado todas la fórmulas para alcanzar el éxtasis, me he tocado hasta que las manos me sangraron, pero nunca he podido probar el Tototo".
En el Rollo 1267A del Mar Muerto, encontrando en Qumran, puede leerse: "Tuyo será el reino de los cielos si pruebas el Tototo". También en las Mil y una Noches, en la noche 782, se encuentra: "Y el sultán le perdonó la vida a la joven, luego que ella le prometiera enseñarle el Tototo". En una puerta de baño, de la Estación Tigre, puede encontrarse: "el verdadero hombre es el que probó el Tototo y vivió para contarlo".
Estas son algunas de las muchas referencias literarias que existen acerca de la posición sexual pérdida. Para muchos el Kamasutra es el mayor compendio conocido de poses amatorias, para otros no pasa de ser un manual de contorsionismo. Sin embargo en sus paginas brilla por su ausencia el Tototo. Nos preguntamos ¿Cómo era el Tototo? ¿Puede practicárselo actualmente? ¿Es una posición heterosexual? ¿Hay vida en otras planetas? Estas y muchas preguntas guiaron la investigación de Domingo Pelquete, un antropólogo uruguayo con fama internacional, estudioso de la sexualidad humana y putañero hasta el relajo.
Sus primeros estudios lo llevaron a estudiar el código sexual de los indios Massoi, en el Norte del Perineo. Luego de un trabajo de campo de 5 años, donde alternó el estudio de la vida indígena y el cultivo de soja, realizó sus primeras notas etnográficas e hizo fortuna vendiendo aceite. Poco más tarde, becado por el Centro de Estudios de Relaciones Carnales, viajó al Egipto donde se acercó al estudio de la vida sexual de los beduinos y las momias. Acaso los progresos más sorprendente los realizara durante la investigación realizada a una tribu de pigmeos aquejados de priapismo congénito, los durangos. De está última experiencia datan los ensayos "Enanos pero no tanto" y "¿Quién va arriba?".
En ambos ensayos, Pelquete vierte algunas hipótesis acerca de cómo sería el Tototo. La primera hipótesis dice: "El amante masculino se acuesta boca abajo, con el pecho mirando al poniente; mantiene las piernas separadas y las rodillas juntas, mientras que sus talones tocan su cuello; la mujer se acuesta boca arriba sobre la espalda de su compañero, con el sexo a la altura de la oreja de aquél". Esta es una reconstrucción posible para el Tototo. La segunda hipótesis dice: "La mujer se encuentra echada de lado, con los brazos abiertos, las caderas contraídas y las piernas dobladas con las rodillas para adentro; el hombre se encuentra de rodillas enfrentado a otra mujer, mientras un perro los observa y se rasca las pulgas".
Hasta aquí la exposición del antropólogo. Hemos intentado realizar la proeza y hemos terminado internados en el Hospital de Agudos con la columna dislocada y con dos causas penales abiertas. Sin embargo seguiremos intentando, hasta alcanzar ese paraíso terrenal que es el Tototo.

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