La muerte de la redacción La Vaca
En círculos extra oficiales se ha dado ha conocer el proyecto de ley que modificaría uno de los pilares de nuestra enseñanza. De acuerdo a estas informaciones, las autoridades habrían determinado eliminar de la curricula de estudios a la composición "La vaca", para ser reemplazada por otra de tema "La soja". Según los entendidos, esta maniobra apuntaría a un cambio de modelo económico y cultural, haciendo que el perfil de ganadero de nuestra tierra sea trocado por uno "sojero".

"Desde hace décadas la vaca se ha vuelto un animal extraño a la población", explica nuestra fuente confidencial, "estos animales que dieron consistencia cultural al país, hoy forman parte de los extintos mitos nacionales, como así lo fueran la justicia y la democracia. La vaca ya no forma parte de nuestra dieta y ni siquiera del imaginario colectivo. Hablar de una vaca, en ciertos círculos sociales, es como hablar del Arca de Noe o del Ratón Pérez. Y, siendo sinceros, a nadie se le ocurriría apoyar la idiosincrasia de un país en el cuento del Ratón Pérez".
La vaca, ese ovino que fuera sinónimo de riqueza, es actualmente una desconocida para las nuevas generaciones. Incluso aquellos locales, dedicados a la venta exclusiva de carne, hoy alojan estacionamientos, supermercados e iglesias evangélicas. Algunos autores señalan que el afamado bife de chorizo es comparado con el unicornio y el monstruo de Loch Ness, es decir, creaciones de alguna mente afiebrada.
"No es descabellado el reemplazo de la redacción "la vaca" por "la soja". De hecho, la soja también nos da la leche, la milanesa y la hamburguesa. Además el brote de soja, seco, puede ser tejido y suplantar al siempre incómodo cuero. Es más, de la soja podemos extraer harina, cosa difícil de lograr con una vaca, dado la dificultad que ofrece al molido", explica nuestro informante.
Otras fuentes señalan los beneficios educativos de la elevación de la soja al cenit de nuestra cultura: "A las vacas se las ve de cuando en cuando, ya sea en el campo o en los circos, junto al dragón de Cómodo y a los gálagos australianos", explica un alto funcionario que ha preferido mantenerse en la clandestinidad, "La soja, en cambio, puede ser cultivada y estudiada en el propio hogar, con resultados menos olorosos y más satisfactorios. Incluso puede suplir a la siempre fallida y decepcionante germinación de porotos".
Al poco de la difusión de este proyecto, la Agrupación Alumnos Combativos y la Asociación Amigos de la Achura (o Triple A), han promovido una serie de sentadas y pacificas roturas de vidrieras de locales naturistas y de alimentos macrobióticos. Afirman que esta modificación atenta contra los valores que forjaron y engrandecieron a la nación. "No es un simple cambio de animal por vegetal", comenta Ernesto Carriega, lider de la AAA, "No es lo mismo; díganle a un campesino que le cambian la oveja por una papa y no estará de acuerdo".
Las autoridades gubernamentales parecen poco atentos a los reclamos, aunque suponen que esta tendencia puede afectar al precio del petróleo y a los sueldos de los senadores, sin que nadie pueda explicar por qué. Es más, han afirmado "La soja es el producto que nos acerca a economías como la China y todos sabemos que ningún gaucho se opondría a dejar de lado a una vaca o una oveja si eso lo acerca a la china".

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