EL ARCA DE NOE
Y EL DILUVIO UNIVERSAL
¿MITO O REALIDAD?



El relato del Diluvio Universal puede resumirse en la historia de un hombre respetuoso de un poder superior, quien es alertado acerca de una inundación. A este hombre se le encomienda la construcción de una nave, en la cual se salvaran los justos y, a veces, algunos animales. No hay que entender con esto que se salvan animales justos o que los justos son animales. En verdad la idea sería que los animales son siempre inocentes, con excepción del cerdo y la serpiente, por razones obvias.
El mito del Diluvio Universal es tan universal como la injusticia. La tradición judeo cristiana nos habla de un hombre, llamado Noe, quien construye un arca y se salva del ahogo. En otras culturas y con otros protagonistas el diluvio también ha sido comentado. Basta recordar que para los griegos los héroes fueron Deucalión y señora, mientras que para los hindúes el avisado fue un rey llamado Svayambhuva Manu, o directamente Manu para los conocidos. No olvidemos el diluvio de los mesopotámicos, donde el avivado fue Uta-na-pistim, mas conocido como Uta-na-pistim.
Recientemente los estudiosos del mito han cobrado una nueva versión, pero no se trata de cualquiera, sino de la primera y original. Este relato del Diluvio Universal nos llega desde lo profundo del África, de una olvidada civilización llamada los Mambutes o Mambutei. Lo mas llamativo de esta versión original del Diluvio Universal es que en el relato no hay referencia alguna al arca y esto representa una paradoja, o quizá no. Pasaremos a la explicación.
Los Mambutes hablan de un héroe mítico llamado Nohge, el cual sería una suerte de primer hombre, algo así como el Adán bíblico. Nohge es creado del encuentro del Sol y la Luna. No hay detalles de este encuentro, seguramente por razones de buen gusto. 
Cuando Nohge nace, es un adulto fornido, tirando a obeso. Al momento del parto, la Luna, comprensiblemente, llora.
De las lágrimas de la Luna nacen los animales y una raza de gigantes. Estos gigantes vivirán en tierras alejadas y se alimentarán de los frutos del mar. Y este es un gran inconveniente: el mar no da frutos. A pesar que buscan y buscan, los gigantes solo encuentran peces, pulpos y bivalvos, pero ni una sandia.
Mientras tanto Nohge vive en un desierto que se llama “Paraíso”. Para los estudiosos este Paraíso es tal porque todavía no se habían inventado las mujeres. De esto se derivan dos hipótesis, una improbable y otra cierta. La hipótesis improbable dice que hay un error de lectura en el mito y que no se habla de Paraíso; la otra, la cierta, dice que el mito si habla de Paraíso y que los estudiosos son todos homosexuales. Sin embargo todavía no hay nada definitivo.
Los gigantes siguen sin alimentarse. Con los peces que sacan del mar, hacen vestimentas y viviendas. Incluso se habla de un gran Castillo construido en base de anchoas. El sol, indignado por la intensidad de los aromas y porque los gigantes juegan con la comida, se propone lanzar un diluvio, un poco como castigo y otro poco para limpiar. 
Previamente le había dado el aviso a Nohge, sugiriéndole la construcción de un barco. Para Nohge, cuyo mundo es el desierto, un barco es tan extraño como el peine para un calvo. Nohge pide precisiones pero el Sol no se muestra muy conversador. Entonces Nohge se muda a tierras altas, donde el agua no lo alcanzará. A esas tierras lo acompañan los animales.
Cuando llega el diluvio la tierra es cubierta por el agua, a excepción del terruño en el que viven Nohge y los animales.
Mientras las aguas dominan el mundo, todo es aburrimiento y espera. El tiempo parece arrastrarse. Quizá por ese aburrimiento, Nohge percibe algo extraño: conoce el deseo. Lo percibe en la mirada tierna del rinoceronte, en la sonrisa de la yegua y en el cantar del mirlo. Nohge entonces inventa el amor por los animales. Pero claro que no se trata de un amor espiritual. 
Y está justo inventando el amor cuando sucede el milagro: Nohge comienza a menstruar, se vuelve fértil y las aguas bajan. A este evento los Mambutes le dedican oración y rituales. Ese momento del mito es conocido como “La menarca de Nohge”.
Es aquí donde los estudiosos hablan de un desvío del mito del Diluvio Universal y de la aparición del Arca. Para ellos todo se basa en un error de traducción entre los pueblos. 
Quizá el error haya sido pensar en la existencia de un mito que sea original.

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