El planeta está en crisis y algunos quieren ocultarlo
James Hansen, uno de los principales expertos sobre el cambio climático en el mundo, pronunció esta dramática frase para alertarnos sobre el riesgo que corremos: "El calentamiento global ha puesto al planeta en crisis, mientras las industrias de combustibles fósiles intentan ocultar al público la magnitud del problema".
Hansen es el director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA y uno de los más renombrados estudiosos del problema del calentamiento global, por lo que vale la pena prestar atención a sus palabras. En una ponencia enviada a la prestigiosa revista Science, afirmó que "ya hemos alcanzado punto límite del nivel de dióxido de carbono en la atmósfera", estimado en 385 partes por millón. Sin embargo, el científico mostró un tibio optimismo al declarar también que "existen maneras de resolver este problema".
"El mayor obstáculo para salvar al planeta Tierra no es tecnológico. El problema es que el 90 por ciento de la energía producida proviene de los combustibles fósiles. Y se trata de un negocio gigantesco, que ha extendido su influencia hasta los rincones más profundos de nuestros gobiernos".
Hansen es el director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA y uno de los más renombrados estudiosos del problema del calentamiento global, por lo que vale la pena prestar atención a sus palabras. En una ponencia enviada a la prestigiosa revista Science, afirmó que "ya hemos alcanzado punto límite del nivel de dióxido de carbono en la atmósfera", estimado en 385 partes por millón. Sin embargo, el científico mostró un tibio optimismo al declarar también que "existen maneras de resolver este problema".
"El mayor obstáculo para salvar al planeta Tierra no es tecnológico. El problema es que el 90 por ciento de la energía producida proviene de los combustibles fósiles. Y se trata de un negocio gigantesco, que ha extendido su influencia hasta los rincones más profundos de nuestros gobiernos".
Entre las propuestas presentadas por James Hansen para frenar la indiscriminada emisión de CO2, la más importante consiste en cerrar todas la usinas eléctricas alimentadas por carbón antes del año 2030 y prohibir la puesta en funcionamiento de nuevas plantas a menos que dispongan de la tecnología necesaria para capturar y almacenar el excedente de CO2 que generan durante su funcionamiento. Cabe destacar que las usinas de carbón constituyen una de las principales fuentes de producción energética en el hemisferio Norte, sobre todo en Europa y Estados Unidos.
"En los últimos años, se ha vuelto evidente para mí que tanto el Poder Ejecutivo com el Poder Legislativo de nuestros gobiernos se han vuelto permeables a la influencia de los intereses de las empresas de combustibles fósiles", denunció, en clara alusión a los lobbies de las compañías de carbón, gas natural y petroleras, que son las mayores proveedoras de energía del mundo.
James Hansen fue más allá en sus declaraciones. "La industria está engañando al público y a los políticos sobre las causas del cambio climático. Es lo mismo que hicieron los fabricantes de cigarrillos. Ellos sabían que fumar provocaba cáncer, pero contrataron científicos para desmentirlo".
En particular, el gobierno norteamericano, bajo la administración de George W. Bush, ha sido uno de los principales defensores de los lobbies energéticos y eso se ha visto reflejado en su actuación. El año pasado, Hansen testificó ante el Congreso de los Estados Unidos, declarando que "jamás en toda mi carrera, la interferencia en las comunicaciones de la ciencia hacia el público ha sido tan grande como ahora". En numerosas oportunidades, los burócratas manipularon los reportes científicos para reducir el grado de preocupación pública sobre la relación entre el cambio climático y la emisión de gases de invernadero debido a la actividad del hombre.
Para James Hansen, el mayor problema es que "la gente que tiene el poder de decidir ignora la situación actual, su verdadera gravedad, y lo más importante, la urgencia necesaria para resolver esta crisis".
"En los últimos años, se ha vuelto evidente para mí que tanto el Poder Ejecutivo com el Poder Legislativo de nuestros gobiernos se han vuelto permeables a la influencia de los intereses de las empresas de combustibles fósiles", denunció, en clara alusión a los lobbies de las compañías de carbón, gas natural y petroleras, que son las mayores proveedoras de energía del mundo.
James Hansen fue más allá en sus declaraciones. "La industria está engañando al público y a los políticos sobre las causas del cambio climático. Es lo mismo que hicieron los fabricantes de cigarrillos. Ellos sabían que fumar provocaba cáncer, pero contrataron científicos para desmentirlo".
En particular, el gobierno norteamericano, bajo la administración de George W. Bush, ha sido uno de los principales defensores de los lobbies energéticos y eso se ha visto reflejado en su actuación. El año pasado, Hansen testificó ante el Congreso de los Estados Unidos, declarando que "jamás en toda mi carrera, la interferencia en las comunicaciones de la ciencia hacia el público ha sido tan grande como ahora". En numerosas oportunidades, los burócratas manipularon los reportes científicos para reducir el grado de preocupación pública sobre la relación entre el cambio climático y la emisión de gases de invernadero debido a la actividad del hombre.
Para James Hansen, el mayor problema es que "la gente que tiene el poder de decidir ignora la situación actual, su verdadera gravedad, y lo más importante, la urgencia necesaria para resolver esta crisis".
Fuente: NUESTRO CLIMA