Lanzamiento de Enanos
Ellas también tiran enanos

Muchos son los que hablan en favor de Dios y aluden a su bondad. Estos dicen que debemos rendirle respeto porque es el creador de todas las cosas y está representado en todos los elementos de la vida. También hay que tener en cuenta que Dios provocó el diluvio universal, destruyó Sodoma y Gomorra e inventó a los alemanes. Son justamente estos simpáticos roedores, los alemanes, quienes inventaron el lanzamiento de enanos.

En los carnavales del sur de Alemania, años atrás, pequeñas localidades de provincia se enfrentaban, en juegos y competencias. Una de esas pruebas era el lanzamiento de enanos. Los hombres más fornidos de cada pueblo competían a ver quién arrojaba más lejos a un enano. La festividad duró muchísimos años, hasta que algunos caballeros, sin duda miembros de los vecinos sensibles de Palermo, la hicieron prohibir por razones de derechos humanos.

Durante los años en que la actividad estaba permitida, muchas mujeres se sintieron segregadas porque ellas también querían tirarse un enano de tanto en tanto, pero la práctica era reservada solo para los robusto muchachos germanos. Cuentan que algunas osadas, transgrediendo la norma, realizaban ocultas tiradas de enanos. Se sabe que a dichas reuniones asistían los mismo robustos muchachos que prohibian la actividad en la luz del día. También se sabe que algunas mujeres fueron ajusticiadas hacer pública su práctica.

Luego de la prohibición, que cayó tanto sobre hombres como sobre mujeres, los primeros en quejarse, sorprendentemente, fueron los enanos arrojados: reclamaban querer ser tirados porque disfrutaban del vértigo del oficio y, a parte, porque se cobraban unos marcos por los servicios.

Recientemente, una alemana, Emma Pappenheim ha fundado el club "Lanza conmigo", en la ciudad de Bonn, que solapadamente retoma el viejo vicio de tirar enanos. Para nuestra desilusión la renacida actividad cuenta con muchas adeptas y, lo que es peor, encuentra apoyo entre jovenes enanos, quienes ven en esta aberración una forma de vida. Diversos grupos, como Greenpeace, han dado voz de alarma acerca del reflorecimiento de esta aberración, pero las autoridades han hecho oídos sordos al asunto. Mientras tanto, los organismos internacionales, como la Organización de los Derechos Humanos o el Frente Zapatista de Liberación tampoco hacen mucho para revertir esta situación.

Hoy día vivimos tiempos oscuros, donde el retorno a ritos paganos no hacen más que hablarnos del descredito en que ha caído nuestra clase política y el mismo Dios. La caída de Muro de Berlín, la Globalización y auge del terrorismo internacional son claros indicios de ello. Nuestro Dios puede haber creado el mundo pero debería replegarse en cuanto a la tarea administrativa y dejar la puerta abierta para las nuevas generaciones, que si bien son ínutiles no tienen los vicios de los viejos.

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