LENCERIA BRASILEÑA CON
"GPS INCORPORADO"
"GPS INCORPORADO"
El último grito de la moda en Brasil permite a los hombres 'localizar' a su compañera gracias a un GPS (Sistema de Posicionamiento Global) incorporado a ropa interior sexy, una novedad que las feministas consideran un retorno al "viejo modelo" de dependencia de la mujer.
La actual crisis financiera internacional no parece asustar a Lucia Iorio, propietaria de la marca y diseñadora, ya que el precio para comprar este conjunto de corsé, tanga y portaligas, ofrecido con un collar de strass, no es nada barato. "El precio varía de 800 dólares por un modelo con GPS simple, a más de 1.100 dólares por un conjunto con modelo de GPS más completo", dijo Iorio a AFP.
El discreto GPS es colocado en un pequeño bolsillo del corsé, en parte transparente. La empresaria asegura que el producto no está destinado a los "machos" o a los maridos celosos que desean seguir el rastro de sus compañeras. El público al que está dirigido es la mujer moderna e independiente, conectada con el mundo de la tecnología, según explicó.
El discreto GPS es colocado en un pequeño bolsillo del corsé, en parte transparente. La empresaria asegura que el producto no está destinado a los "machos" o a los maridos celosos que desean seguir el rastro de sus compañeras. El público al que está dirigido es la mujer moderna e independiente, conectada con el mundo de la tecnología, según explicó.
"Esta colección se llama 'Encuéntrame si puedes'. Es un guiño de ojos a las mujeres y un desafío para los hombres, porque aún si la mujer ofrece el código de su GPS, ella aún tiene la libertad de desconectarlo. Ella no será localizada si no lo desea", afirmó. Para Iorio, "no se trata de un cinturón de castidad moderno. Ciertos hombres piensan que podrán vigilar sus mujeres pero se engañan".
"Aunque sea una broma, es una broma de mal gusto", opinó Benedita da Silva, secretaria de Derechos Humanos en el Estado de Río de Janeiro. "Una vez más, se utiliza el cuerpo de la mujer como un objeto. Eso debe pasar la idea de que estamos siempre disponibles".
"Aunque sea una broma, es una broma de mal gusto", opinó Benedita da Silva, secretaria de Derechos Humanos en el Estado de Río de Janeiro. "Una vez más, se utiliza el cuerpo de la mujer como un objeto. Eso debe pasar la idea de que estamos siempre disponibles".